Pedro Sánchez ha declarado que la retirada de las concertinas es una cuestión de derechos humanos y que: “Las vallas y las fronteras se pueden proteger sin tener que lesionar a los seres humanos”. Una cuestión, la de la retirada de las concertinas, demandada por las Organizaciones No Gubernamentales. El presidente socialista ha recordado que España tiene muchos tratados firmados con las Naciones Unidas, por los que tiene que garantizar y respetar los Derechos Humanos.
Sánchez ha declarado que es necesaria una política migratoria sensata. Una política común en fronteras dentro de la Unión Europea, como única vía para resolver los problemas derivados del aumento de los flujos migratorios que experimenta el sur de Europa y España. Una política que incluya la cooperación desde los países de la Unión, tanto en los países de origen, como en los de tránsito.
“No vamos a abrir las fronteras” ha asegurado Sánchez, “lo que tenemos que hacer es gestionar bien los flujos migratorios”. Una respuesta europea a una realidad que afecta a toda la Unión.
Respecto al denominado “efecto llamada”, el presidente del Gobierno lo ha calificado de “eufemismo” que emplean algunos partidos que no quieren tener que actuar ante esta realidad que no va a desaparecer en los próximos años.
