Desde el punto de vista de la estadística, el pasado año la Oficina de Asilo del Tarajal fue completamente inhábil. Al menos, si se tienen en cuenta los datos facilitados por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, que explica que no se tramitó ni una sola solicitud en esa instalación inaugurada en su día por el ex ministro Jorge Fernández Díaz.
Según los datos, facilitados a su vez por la Delegación del Gobierno, el pasado año 313 residentes en el CETI, hombres en su práctica totalidad, solicitaron protección internacional. El 87% eran argelinos y el 11% de origen marroquí. Sólo dos personas de origen subsahariano solicitaron asilo, y una de ellas la retiró para poder trasladarse con más rapidez a la Península. CEAR también hace hincapié en que hasta noviembre del pasado año, y en contra de la jurisprudencia, sólo se trasladaba a la Península a personas subsaharianas que no hubieran solicitado la protección internacional. Una situación que, según la Comisión, cambió a raíz de la protesta del colectivo asiático, cuando comenzaron a salir en grupos de 3 a 5 personas. Solo se autorizó, en relación a los solicitantes de asilo, el traslado de algunos argelinos por motivo de extrema vulnerabilidad.
La situación en la Ciudad de Melilla tampoco es mucho mejor, según el informe, que apunta a que el 90% de las solicitudes en las oficinas de asilo eran de ciudadanos sirios, pero que los subsaharianos solo tramitaban en el caso de que lograran alcanzar el caso urbano. CEAR también hace referencias al archivo del caso del Tarajal el pasado 26 de enero, y a que se sigan produciendo devoluciones en caliente.
