Grande-Marlaska ha manifestado que es su intención retirar las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla. Además, ha explicado que los migrantes del barco Aquarius recibirán el mismo trato que los que llegan en patera. Se estudiara cada caso para ver si emiten "expedientes de asilo o de expulsión".
El nuevo ministro ha reconocido que está entre sus “principales voluntades” está que se retiren las concertinas de las vallas. Ha razonado que mediante trabajo de cooperación España y Europa trata de que las condiciones de los países de origen mejoren para estas personas no se vean obligadas a migrar en estas condiciones, pero que “si hemos fallado”, ha dicho Grande-Marlaska, no tiene sentido verlos saltar la valla y recibir las heridas que sufren.
Ha señalado que hará "todo lo posible para que las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla sean retiradas".
Por otra parte ha precisado que los 629 migrantes que viajan en el Aquarius serán tratados en España como el resto de inmigrantes que llegan en pateras desde el Mediterráneo, por lo que estudiarán cada caso, abrirán expediente para decidir si son susceptibles "de asilo o de expulsión". Ha indicado que lo que ha hecho España es asumir una responsabilidad ética por una cuestión humanitaria como país de la Unión Europea, sobre las fronteras de la Unión Europea, no de España, y que necesitaba una respuesta desde la Unión Europea, aplicando la legalidad vigente.
