Ciudadanos ha señalado que la frontera ha sido siempre considerada uno de los pulmones económicos de la Ciudad. No hace tanto tiempo, dicen, al comienzo de esta legislatura, se hablaba, por ejemplo, del futuro que se abría en la ciudad con el incremento que se estaba produciendo del turismo marroquí de clase media.
En paralelo se esperaba la apertura del Tarajal II que se presentaba como la solución para canalizar, normalizar y hasta dignificar el fenómeno del porteo. Hoy, señalan, “nos encontramos con un comercio atípico sobredimensionado con continuos periodos de suspensión de la actividad comercial que, además, está muy lejos de esos objetivos buscados.”
Por otra parte, han señalado que la frontera de personas y vehículos está, de hecho, fuera de uso. Si no permanentemente bloqueada, sí siempre en situación de convertirse en una trampa en la que nos vemos encerrados durante unas inciertas e interminables dos, tres, cuatro, cinco o más horas.
Esperas que espantan a los vecinos de uno y otro lado que evitan todo lo posible tener que cruzarla. Y, mucho más, a viajeros de largo recorrido, tanto de la Península como de las grandes ciudades de Marruecos, que pueden llegar a emplear más tiempo en cruzar la frontera que en realizar su viaje hasta nuestra ciudad. No sólo terminan, en muchos casos, lamentando haber venido por Ceuta sino que serán los primeros en recomendar a vecinos y amigos no hacerlo. Un importante freno para los visitantes futuros.
A juicio de Ciudadanos, el Gobierno de la Ciudad es consciente de los enormes perjuicios que esta situación, mantenida y agravada en el tiempo, está ocasionando a los ciudadanos y a la economía de la Ciudad. La caída de ingresos de IPSI lo corroboran y hay decenas de puestos de trabajo en grave peligro ante el más que previsible cierre de unas empresas, que ven cómo se desploman sus ventas ante los titubeos de los que tienen la responsabilidad y el poder para adoptar medidas.
El empresario simplemente exige que los gobiernos generen un contexto socioeconómico en el que desarrollar su actividad, crecer y generar empleo. Las consecuencias que esto tendría en la recaudación de impuestos, bienestar social, reducción del paro, etc… son de todos conocidas.
Por tanto, el Grupo Político de Ciudadanos presentará dos preguntas en su interpelación al Gobierno de la Ciudad: ¿Qué peso otorga al llamado “comercio atípico” en el presente y futuro económico de la Ciudad?, y ¿Qué medidas a corto plazo piensa adoptar o apoyar para solucionar el caos fronterizo?
