El único acusado por la muerte de un joven de 16 años en la barriada Príncipe Alfonso se enfrenta a la petición de 22 años de prisión -veinte por el asesinato y dos por tenencia ilícita de armas-, además de una multa económica de 60.000 euros, para indemnizar a los padres del fallecido y la prohibición de acercarse a menos de 200 metros a los familiares de la víctima tras el cumplimiento de la condena. Es la petición de la Fiscalía; la defensa del joven ha pedido la absolución al basarse la acusación en las declaraciones de un testigo protegido al que el abogado del acusado dice no haber podido acceder, además de la ausencia de restos de ADN en registros posteriores practicados por la Policía Nacional.
Los hechos se remontan al verano de 2015. El 24 de julio, el acusado -conocido con el sobrenombre de “Loquillo” y de dienueve años de edad- mantuvo una discusión con el fallecido, de solo dieciseis, que instantes después perdería la vida al recibir un disparo en la mejilla. Los hechos ocurrieron en las escaleras del Edificio Polifuncional “Mustafa Mizzian”. El acusado por el asesinato se entregaba unos meses después a la Policía Nacional. El juicio concluirá el próximo miércoles.
