Las obras de construcción de la pasarela de Miramar comenzarán en los próximos días. Así lo ha anunciado este jueves el Gobierno local, señalando que la Ciudad ya cuenta con el permiso de Costas para iniciar esta actuación que cuenta con un presupuesto de 1'7 millones de euros.
Esta actuación, que es una reclamación histórica de los vecinos, especialmente después del atropello mortal de la pequeña Jennifer, de 7 años, en el verano 2013, se ha encomendado a TRAGSA y tiene un plazo de ejecución de 11 meses. La misma permitirá a los peatones cruzar con total seguridad a través del paso elevado y creará un nuevo acceso a la playa. Igualmente, en lo que se refiere al tráfico rodado, permitirá que sea más fluído, ya que permitirá eliminar el paso de peatones que existe actualmente en la zona.
El paso elevado tendrá 58 metros de largo y 3 de ancho que cruzarán la carretera nacional a una altura aproximada de 5'5 metros. Para acceder a la misma, desde el lado opuesto a la playa se podrá hacer a través de una rampa, o bien, a través de unas escaleras independientes.
La pasarela diseñada está constituida por una viga metálica principal que cruza sobre la carretera nacional y que se apoya sobre un piloto principal que se prolonga en voladizo más de 20 metros, lo que permitiría el desembarco de la pasarela en la cota del paseo marítimo principal.
Los trabajos de TRAGSA incluyen, además, la reforma de un tramo del paseo de la avenida Martínez Catena, que tras la actuación llegará hasta el cruce de la Almadraba. Con esta remodelación desparecerán las barreras arquitectónicas y las personas con movilidad reducida dispondrán de nuevos accesos tanto a la playa como al paseo marítimo.