viernes. 19.04.2024

Desnuda

Verano 1993 Dirección: Carla Simón. Título original: Estiu 1993. País: España. Duración: 97 min. Género: Drama. Basado en hechos reales. Intérpretes: Laia Artigas, Bruna Cusí, David Verdaguer, María Paula Robles, Paula Blanco, Etna Campillo, Jordi Figueras, Dolores Fortis, Titón Frauca, Cristina Matas, Berta Pipó, Quimet Pla, Fermí Reixach, Isabel Rocatti, Montse Sanz, Tere Solà, Josep Torrent. Guión: Carla Simón. Música: Ernest Pipó. Fotografía: Santiago Racaj.

Aprovechando la cercanía de la entrega de los Goya, no queremos dejar de hablar de la primera película de la barcelonesa Carla Simón, que pasó algo desapercibida para el gran público (entre el que me incluyo, porque no tuve la oportunidad de verla) y que con justicia ha logrado el premio de Mejor dirección novel, además de los de Mejor actor de reparto (David Verdaguer) y Mejor actriz revelación (Bruna Cusí). Además de la culminación "goyesca", la trayectoria de esta cinta por los festivales europeos recoge una cosecha de galardones tan variada y nutrida, como entre otros el de Mejor ópera prima y del jurado del festival de Berlín, la Biznaga de oro del festival de Málaga, así como los Feroz a Mejor película dramática, dirección, guión y actor secundario. No viene con malas credenciales pues una película con la dificultad añadida de estar rodada en catalán, lo cual siempre dificulta su distribución y consumo en las regiones no catalanoparlantes; siempre es una pena perderse una parte de verdad interpretativa con el doblaje de las voces, por bueno que éste sea, y no es el caso.

 

La historia, descarnada y sin tapujos o retórica estética es sacarse la espina autobiográfica y terrible por parte de la realizadora de algo que le cambió la vida: dicho suceso nos retrotrae al verano de 1993 y encarnado con maravillosa naturalidad por su alter ego en la pantalla, la niña Laia Artigas, no es otro que la adaptación de la protagonista a la vida con su nueva familia tras morir su madre de SIDA, todo ello en un entorno y un estilo de vida distintos. Es cierto eso de que los niños tienen una asombrosa capacidad de adaptación por pura supervivencia, pero la situación se las trae…

 

El proyecto que da a luz Simón supone su particular prozac, así como un admirable y valiente ejercicio de sinceridad aplastante y sin tapujos de alguien capaz de desnudar sus entresijos internos de esa forma ante desconocidos. Semejante falta de pudor ya merece admiración, pero si se cuenta una historia tocando temas como los que toca, directamente desde el corazón, con semejante delicadeza y sensibilidad, va más allá del buen gusto para entrar en el terreno del virtuosismo. Además de la brillantez del personalísimo guión, que también firma como es lógico la directora, la forma de manejar los tiempos muertos, de guiar al reparto (que desprende veracidad en todo momento) y de plasmar con sencillez sentimientos primarios pero muy complejos hacen de esta película no sólo una cita a la que merece la pena no faltar, sino que pongamos en Carla Simón un marcador fluorescente en espera de siguientes trabajos. Todos los elementos de Verano 1993, exceptuando un montaje que no llega a convencerme, conforman una tarjeta de visita que ya quisiera cualquiera.

 

¿Les parece todo lo expuesto suficiente como para que al menos despierte nuestra curiosidad una película pequeñita sin investigaciones ni superhéroes, en catalán y que ya pasó por el cine sin demasiado éxito de recaudación? Tomen al menos nota mental de su existencia…

 

Puntuación: 8

 

JUAN CARRASCO DE LAS HERAS [email protected]

Desnuda