La presentación pública del proyecto de la reforma de Gran Vía y sus aledaños, que comenzó el pasado lunes y se prevee que finalice en marzo de 2019, ha sido presentado este lunes por el consejero de Fomento, Nestor García y el arquitecto de la Ciudad Autónoma, Ángel Moreno.
Durante la presentación se han expuesto los objetivos de esta reforma, que afecta a la avenida Alcalde Sánchez-Prado, la Plaza de Nuestra Señora de África y la calle Jáudenes, entre los que figuran resolver las deficiencias, mejorar la accesibilidad, revitalizar la zona y poner en valor edificios emblemáticos, siguiendo, como ha afirmado el consejero de Fomento la “transformación del casco histórico de la era Vivas”.
La reforma pretende dar continuidad, ha explicado el arquitecto de la Ciudad, Ángel Moreno, a la que se llevó a cabo, ya hace años, en la calle Camoens y el Paseo del Revellín, para resaltar la historia de la ciudad y los edificios emblemáticos.
El proyecto tiene como finalidad, ha insistido Moreno, peatonalizar la Gran Vía, por lo que con ella se perderán los aparcamientos de esta calle, además de los de la Plaza de África y la calle Jáudenes, que verá sus aceras ensanchadas. Una decisión que, según ha afirmado Ángel Moreno, “se ha consultado con los empresarios de la zona”.
Por último, han señalado que tras la reforma, el Paseo Sánchez-Prado y sus alrededores contarán con numerosos elementos artísticos y singulares, como por ejemplo sus farolas, creados específicamente para este proyecto y basados en la historia de la ciudad.
