Los gritos de un migrante, de en torno a la veintena de años, le han salvado de morir aplastado en uno de los contenedores de la Planta de Transferencia de Residuos Sólidos. Ha ocurrido a media mañana de este jueves, cuando los trabajadores de esta instalación gestionada por la empresa URBASER procedían a compactar la basura acumulada para su posterior traslado a un vertedero peninsular. Instantes antes de finalizar este proceso en uno de los camiones, uno de los operarios escuchó unos gritos, por lo que pudieron rescatar finalmente al joven.
Se había escondido en la basura, consciente de que esta es trasladada cada día a territorio peninsular. Algo que no es la primera vez que ocurre, según fuentes de la empresa, que relatan que el hecho de que hubiera dos operarios trabajando -uno en un camión y otro a pie- en vez de uno ha sido trascendental para evitar la tragedia. Desde la cabina del vehículo, nos cuentan, hubiera sido prácticamente imposible escuchar los gritos del joven. Se alertó a la Guardia Civil y el joven, afortunadamente, se encontraba en buen estado de salud.
Desde la empresa se es consciente de esta circunstancia. Todos los camiones que van con destino a la Península siempre llevan un coche detrás en el trayecto entre la Planta y el Puerto, para evitar que algunos migrantes escondidos se lancen, literalmente, al interior en marcha. Especialmente conflictivo suele ser el tramo final, con la llegada al Puerto de Ceuta, zona elegida por muchos ilegales para tratar de llevar a cabo una última “intentona” de colarse para llegar a territorio peninsular.
