Con el nuevo año llega el momento de hacer balance de lo que ha supuesto 2017 en diversos ámbitos de la vida de la ciudad, entre ellos el de la inmigración. En total, a lo largo del año pasado, fueron 2244 personas las que accedieron a la ciudad de forma irregular, lo que supone una reducción del 12'4 por ciento respecto a 2016, es decir, llegaron a Ceuta 320 migrantes menos que en los 12 meses anteriores.
Tal y como es habitual y ha sucedido en años anteriores, los migrantes procedentes del África Subsahariana suponen el mayor número de entradas a la ciudad. En concreto, a lo largo de 2017 accedieron a la ciudad 1605, 311 menos que el año anterior. Las entradas más importantes, en cuanto a número, se produjeron en los meses de febrero y agosto del pasado año. En febrero accedieron a la ciudad 867 personas de origen subsahariano mientras que en el mes de agosto lo hicieron 319.
El segundo grupo más numeroso, en lo que ha entradas irregulares a la ciudad se refiere, es el de las personas procedentes de Argelia. A lo largo de 2017 han accedido a Ceuta 513 argelinos, 46 menos que en el año anterior, lo que supone, tal y como han explicado fuentes de la administración, una media de en torno a 40 entradas al mes que se han producido de forma escalonada.
Finalmente, en lo que se refiere a otras nacionalidades a lo largo de 2017 han entrado en Ceuta 126 migrantes, 37 más que en 2016. Este es el único apartado en el que se ha producido un incremento a lo largo de los últimos 12 meses.
En lo que se refiere a las salidas de la ciudad en dirección a la península, se han producido 1951 de migrantes de origen subsahariano y 85 de otras nacionalidades, entre ellos el grupo de migrantes asiáticos que permaneció concentrado en la plaza de los Reyes durante el pasado otoño reclamando su traslado, tal y como sucedía con los migrantes del África Subsahariana.
