2017 no ha sido un buen año para el sector del taxi. Ha tenido cosas positivas, como la subida del importe de la bajada de bandera de 3'30 a 3'50 euros, pero también se han agudizado dos problemas que preocupan y mucho a los taxistas: la proliferación de taxis piratas y el colapso del entorno fronterizo.
En lo que se refiere a la subida de la tarifa, el presidente de Auto Taxi, Julio Pérez, ha mostrado su satisfacción, pero ha explicado que espera que de nuevo se pueda producir un nuevo incremento en 2019.
Entre los problemas, el de los taxis piratas es uno de los que más preocupa al sector. Y no es que la Policía Local no haga su trabajo, ha explicado Pérez, sino que si no se firman los decretos para la retirada de vehículos, éstos siguen funcionando.
El presidente de Auto Taxi ha lamentado la falta de apoyo que sufre el sector, que ha visto como sus ingresos en el último año se han reducido entre un 30 y un 40 por ciento. Especialmente malos han sido, ha continuado, los meses de noviembre y diciembre, en los que apenas se han notado las fiestas y el número de servicios ha sido mínimo.
Comentario aparte, ha explicado, merece la frontera. Un problema del que el sector del taxi lleva avisando desde hace años y que, hoy por hoy, afecta especialmente a su trabajo. La frontera, ha argumentado, es el punto básico para que la ciudad salga a flote y las soluciones a su situación deben llegar cuanto antes.
