jueves. 28.03.2024

Yo sí te creo.

Coger a una mujer en un descampado, pegarle una paliza, meterla en un coche y violarla brutalmente, es lo que menos suele pasar. Cada ocho horas una mujer es violada sin que tenga que darse los factores anteriores.  Lo que suele existir es una actitud de amenaza, a veces muy sutil, que hace que la mujer no plantee mucha resistencia por miedo a una consecuencia grave, o una situación de poder y control. Se llama cultura de la violación, algo tan normalizado en la sociedad como aceptado y justificado, que hace que las mujeres siempre tengamos que defendernos ante nuestras acciones y las acciones de los demás. Para que quede claro, yo como mujer puedo buscar perfectamente el sexo, provocar, atreverme a hacerlo con varios hombres, pero si en el último minuto digo que no, es no.

 

Por otro lado, ¿de verdad es normal que cinco hombres cojan a una joven de 18 años, la metan en un portal para que todos la follen como si de un animal se tratara, para después dejarla tirada, quitarle el móvil, no sin antes grabarlo todo para difundirlo por un grupo de washapp? 

 

¿Hay alguien con un poco de dignidad que vea este hecho normal? 

 

Independientemente de que yo sí creo que fue una violación en toda regla, la juzgada es ella. 

 

Se cuestiona su vestimenta, su independencia, el que bebiera, el que fuera a una fiesta donde la libertad se mezcla con el libertinaje, e incluso, por cuestionar, se cuestiona que después de esta supuesta violación ella siguiera viviendo y tratando de hacer una vida como cualquier chica de su edad. 

 

Que el juez admita a trámite las pruebas de un detective que ha estado siguiendo a la víctima durante un año es una constatación de lo machista que es el sistema. ¿Cómo se supone que tiene que estar ella?  ¿Es relevante ese dato para saber si ellos son culpables o no? 

 

El juez rechaza unas conversaciones que no únicamente demuestran que son los autores, sino que podrían hacer culpar a otros amigos por cómplices de ocultar una violación, mientras acepta como prueba las imágenes que presenta un detective donde se puede ver a la víctima "viviendo", como insinuación de que no tenía cuerpo ni actitud para ser "una mujer violada".

 

Me puede decir su señoría, o la defensa, ¿cuál es el perfil de una víctima?

 

Somos mujeres, sí, y nos gusta el sexo igual que al hombre, quizás queramos en ocasiones provocar un encuentro sexual, atraer, quizás hasta seamos infieles o traicionemos, como lo hace el hombre, pero si decimos no, es no.
 No nos vestimos para ser simples objetos de deseo sexual, no somos un palo de la fregona, somos mujeres libres y autónomas, que buscamos en igualdad de condiciones el placer, jamás complacer.
 

 

Y parece ser que, para poner poner más surrealismo a este realismo misógino, el Gobierno saca " una campaña por error", donde dice que ella es la culpable de una violación, por ir bebida. Una campaña donde dice que alcohol es el culpable de la agresión de un hombre, por eso se minimiza, y las madres somos responsables de que nuestros hijos e hijas beban.

 

¡Claro! es que nunca debimos de trabajar fuera del hogar, le faltaba decir al Ministerio. 

 

¿ Lo podían haber hecho peor?

 

 No 

 

Yo sí te creo.