Colapso, caos, aglomeraciones, atascos... estas son las palabras que más hemos pronunciado acerca de la frontera durante el último año. Una crisis que los empresarios de los polígonos del Tarajal veían venir desde hace años pero que en los últimos doce meses ha provocado una alarma generalizada. A día de hoy no son ya solo los empresarios de los polígonos los que sufren las consecuencias del colapso fronteriz, sino que la crisis ha alcanzado también al resto de empresarios de la ciudad, que ven como peligra la consolidación del cliente marroquí. Para conocer de primera mano la situación por la que atraviesan los empresarios de los Polígonos del Tarajal hemos pasado una tarde con el presidente de una de las cuatro comunidades de propietarios, Bilal Dadi, del Tarajal II. Él mismo ha explicado a Ceuta Televisión cómo han vivido los polígonos el último año.
Entre las reclamaciones realizadas a las administraciones por los empresarios se encuentran algunas que, bajo su ponto de vista son fáciles de cumplir y que mejorarían la vida y las ventas en la zona, como la apertura de la puerta norte.
Bilal Dadi ha insistido, además, en un aspecto que ya han subrayado tanto las entidades empresariales como los sindicatos, la necesidad de acabar con el fraude. Un aspecto en el que las administraciones han asegurado que volcarán gran parte de sus esfuerzos.
El presidente del Tarajal II ha acompañado al equipo de Ceuta Televisión durante el recorrido por unos polígonos prácticamente desiertos. Orgulloso, como el anfitrión que muestra su casa a sus invitados, ha mostrado cada uno de los rincones del Tarajal II para dejar clara una cosa: que los polígonos no son la jungla.
La situación de los últimos meses ha sido dura, y eso ha llevado a estrechar lazos entre propietarios y comunidades, desacuerdos ha habido, como en todas las familias, pero lo importante es seguir peleando por unos intereses comunes.
Ahora, de nuevo, la pelota está en el tejado de las administraciones. Mientras tanto, los polígonos permanecen cerrados al porteo. La apertura del tan esperado paso de mercancías del Tarajal II no ha supuesto una mejora de la situación fronteriza, más bien al contrario, y la economía de Ceuta sigue resintiéndose a la espera de soluciones que puedan hacer remitir el que, junto con el desempleo, es uno de los grandes problemas de la ciudad.
