miércoles. 24.04.2024

 

 

Sísifo era un personaje mitológico condenado por los dioses a subir a hombros una pesada roca que, una vez depositada en la cima, volvía a caer rodando, con lo que el pobre hijo de Eolo había de comenzar de nuevo. El míto de Sísifo ha sido empleado como metáfora para todo: incluso para hablar de una Agrupación Deportiva Ceuta y sus aspiraciones de subir a Segunda A, Segunda B o donde sea que, otro año más, se ve descolgado a principios de temporada.

 

Las respuestas de los aficionados se dividen entre la deserción y la nostalgia de tiempos pasado, por un lado, y por otro de quienes aún ven motivos para aferrarse al sueño de ver al Ceuta escalar posiciones. Vamos con los primeros. ¿Les suenan de algo Aramburu, Valenzuela, Serrán o Silas?. Pues algunos llevan sin ir al fútbol desde que jugaban los mencionados. Una relación de sufrimiento y contínuos desencantos con el club de Alfonso Murube.


Otros, por ejemplo, han ido a ver al Ceuta esta temporada un par de veces y definen de un modo muy gráfico que les ha parecido.


Pero como en las Galias de Asterix, aún queda un puñado de irreductibles. De aquellos que se plantean incluso viajar a Jerez y que, pese a lo mal que está el equipo, ven motivos para la esperanza.


Domingo, 14 de junio de 2008. Un gol de Migue en el minuto 54 tras jugada a balón parado permite al Girona doblegar a un Ceuta que, fiel a su propio destino, desperdicia en el último minuto una ocasión de oro. La historia es bien conocida: el Girona debuta este año en Primera y el Ceuta trata de colarse entre los cuatro que puedan luchar por ascender a Segunda B. Un aficionado de aquel equipo nos cuenta la inyección que ha supuesto, para la localidad catalana, debutar en la máxima categoría.


Pero si nos invade la nostalgia, siempre mirando a nuestro alrededor puede haber consuelo. Fíjense, por ejemplo, el siguiente rival: un Xerez Deportivo que hace diez años celebraba estar en Primera y que esta temporada es uno de los recien ascendidos a Tercera. En el fútbol, metáfora perfecta de la vida, quien no se consuela es por que no quiere

 

ENCUESTA: La afición del Ceuta, entre la deserción y la esperanza