El mundo se sorprendió con las imágenes de Adou, un menor de edad, encontrado por la Guardia Civil el 7 de mayo de 2015, en el interior de una maleta, cuando una mujer trataba de introducirle de forma irregular por la frontera. Comenzaba el caso que fue conocido como el del ‘Niño de la Maleta’.
Su padre, Ali Ouattara, se enfrenta a juicio el próximo 31 de octubre haciendo frente a una pena de 3 años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. La Fiscalia pide también 6 años para la mujer que intentó pasar la frontera con Adou.
Juan Isidro Fernández Díaz, abogado del padre, considera que la pena para su defendido es excesiva e insiste en la inocencia de Ouattara, de quien dice, que se ha negado a llegar a un acuerdo con el ministerio Fiscal recalcando que le engañaron y que nunca tuvo intención de que a su hijo lo metieran en un maleta, poniendo en peligro su vida por asfixia.
El relato que hace el padre, quien recuerda que tanto él como la madre de Adou se encontraban en situación legal en España, trabajando en una lavandería de Fuerteventura. Afirma que desconocía, y no hubiera consentido que se pusiera en peligro a su hijo. Su argumento parte de la base de que le engañaron prometiéndole papeles para que pudiera entrar en España y que iba a ir a un centro de acogida hasta que el pudiera recogerlo. Además se trata, dice su abogado, de un hombre sin antecedentes, que tendría que entrar en prisión si el juez finalmente decidiera su culpabilidad y le aplicara la pena solicitada por Fiscalía, de tres años de cárcel.
Seré la Audiencia Provincial de Cadiz, en los juzgados de Ceuta, quien determine a partir del 31 de octubre el destino de Ali Ouattara, comenzando el capítulo final de esta historia que no solo ha vertido ríos de tinta en la prensa y ocupado horas en los medios televisivos, sino que además ha sido el material para la publicación de un libro.
Una historia que sus protagonistas, Adou, su madre y su padre, están deseando concluir por fin, con un final feliz.
