martes. 16.04.2024

 

 

Una serie de azares familiares obligaron al joven Antonio a comenzar con un pequeño tallercito en el que realizar algunos marcos y espejos de forma artesanal. Con el tiempo, de aquel joven queda el amor por su trabajo, casi un modo de vida: 56 años después, Cruces es una de las empresas más veteranas y conocidas de nuestra ciudad. Confiesa que, a pesar de que la gestión prácticamente recae en sus hijos, sigue contratado a media jornada y espera, dice no sin cierta sorna, poder jubilarse algún día.

 

 

Cruces vivió sus momentos de esplendor prácticamente como toda Ceuta: fue una de las beneficiadas por el boom del bazar que convirtieron a la hoy Ciudad Autónoma en una de las ciudades con más pujanza comercial de España durante prácticamente 30 años

 

 

Marruecos, Algeciras o Gibraltar son algunos de los lugares donde Cruces tiene presencia. Pero sobre todo, la vetusta sede de San Amaro: una antigua rotativa de periodicos adquirida, casi por obligación de la Comisión Española de Cristalerías, como almacén. Allí se han realizado innumerables trabajos de marquetería o cristalería: una empresa que llegó a tener 60 empleados en sus mejores momentos. Pero ¿cuales fueron los primeros clientes de Cruces?

 

 

Un último detalle, una pregunta obligada. ¿Qué tiene previsto decir la Medalla de la Autonomía 2017 a la hora de agradecer el premio?. Simplemente, gracias

Antonio Cruces: cuando lo artesanal se convierte en modo de vida