sábado. 20.04.2024

El doctorado

Ochenta añitos redondos ha cumplido el buen mozo. El pasado día ocho Dustin Hoffman traspasó esa meritoria barrera vital, y con ella la de seis décadas en el mundo del cine, que no es asunto que tomar a la ligera si además tomamos en consideración que a día de hoy sigue en activo sin signos de agotamiento profesional (tiene, por cierto, una película pendiente de estreno en España).

Nacido en Los Ángeles, de cuna judía, tuvo su primer y bendito contacto con el entorno cinematográfico a través de su padre, que trabajaba como técnico en el estudio Columbia Pictures. Mal estudiante, con facilidad para comenzar cosas que no acababa, nadie es perfecto, que diría aquél, se decantó finalmente por la interpretación y se trasladó a Nueva York para completar su formación en el Actor’s Studio, junto a actores de su generación como Gene Hackman y Robert Duvall. Fue en 1967 cuando Mike Nichols le dio su primera gran oportunidad protagonista en una de las cintas más reconocibles del llamado cine moderno estadounidense: El graduado. Este trabajo le supuso al actor la nominación para el Oscar al Mejor Actor y la puerta de Hollywood abierta de par en par.

Con un físico peculiar y fama de quisquilloso e inseguro con cada reto que se plantea, Hoffman se abrió camino a base de trabajo y talento por igual con papeles tan difíciles como lucidos, pero siempre por senderos muy distintos al del guapo galán o héroe de fantásticas aventuras. Así llegaron Cowboy de medianoche en 1969, de John Schlesinger, que le volvió a suponer la nominación al Oscar, Todos los hombres del presidente en 1976 junto a Robert Redford, Marathon Man el mismo año, Kramer contra Kramer en 1979 con Meryl Streep, con la que ganó su primer oscar, o Rain Man al lado de un pipiolo Tom Cruise (1988), que le supuso la segunda estatuilla. Con semejante bagaje dejó de ser conocido como "el graduado" para doctorarse definitivamente, si me permiten la broma, y colocar así su nombre en la lista de los grandes de siempre. También lo hemos visto en producciones tan populares como Tootsie, Hook (quién no recuerda ese "odio, odio, odio… a Peter Pan") o Los padres de él, siempre dejando su sello de veracidad con ese halo de persona compleja que encierra mucho más de lo que quiere enseñar con el que nutre sus interpretaciones. Perros de paja, Papillón Pequeño gran hombre, Cortina de humo, Sleepers, Dick Tracy, Descubriendo Nunca Jamás… Podríamos estar mucho tiempo enumerando sus apariciones en la gran pantalla.

Hace cinco años se supo (y poco más, celoso como es de su vida privada) que luchó contra un cáncer del que ahora se encuentra recuperado y sin secuelas que hayan trascendido.

Además de los dos premios mencionados, Dustin Hoffman ha ganado seis Globos de Oro, dos BAFTA y un Emmy entre otros múltiples reconocimientos. El currículum es más que notable y la figura sobradamente estimada por el mundillo del séptimo arte como para acordarnos de él en una fecha tan señalada. ¡Muchas felicidades, admirado "doctor" Hoffman!

 

JUAN CARRASCO DE LAS HERAS [email protected]

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