Comisiones Obreras considera que el Gobierno de la Nación, antes de tomar una decisión de este tipo, como es mejorar los beneficios fiscales del Impuesto de Sociedades, debe tener un diagnóstico fiel de lo que está sucediendo en estos momentos.
Las empresas, y de manera muy especial, las grandes y medianas empresas de ámbito nacional, que se están radicando en Ceuta, sustituyendo al empresariado local en muchas ocasiones, dicen, están “eludiendo la responsabilidad social, derivada de un régimen especial que pretende ser, en teoría, equilibrado entre empresas y trabajadores”.
Así, el sindicato considera que se bonifican las cuotas a la seguridad social; pero se niegan a pagar el “Plus de Vinculación”; y se benefician del 50% de bonificación del impuesto de sociedades; pero se niegan a pagar el Plus de Residencia a sus trabajadores.
Comisiones Obreras, juzga justo reconocer que no es esta la actitud de la CECE de Ceuta, aunque los empresarios locales tiene cada vez menos peso en el tejido empresarial, y las “empresas subversivas”, tal y como las califican en la central sindical, son cada vez más numerosas y poderosas. De este modo evalúan que se están desmantelando, dejándolos sin efectos en la práctica, los mecanismos del régimen económico y fiscal especial diseñados para favorecer a los trabajadores y alcanzar un cierto equilibrio.
Ante esta realidad, a la que nadie quiere poner límites, y que está desnaturalizando la razón de ser del régimen fiscal especial; Comisiones Obreras razona que el Gobierno no puede actuar de manera irresponsable. Por ello, es necesario dicen, que las reformas anunciadas contemplen mecanismos suficientes para garantizar, en la práctica, el buen fin de las bonificaciones.
