Afortunadamente las agresiones físicas son escasas, no así las verbales, afirma el Sindicato Médico de Ceuta, cuya alta frecuencia ocasiona malestar, inquietud y desmotivación, conduciendo a un progresivo deterioro de la asistencia, ya que interfiere muy negativamente en la relación y comunicación médico-paciente. A lo expuesto hay que añadir el linchamiento en redes sociales.
Por tal motivo, el SMC ha exigido a las Autoridades Competentes la puesta en marcha de un conjunto de medidas encaminadas a prevenir tales incidentes, además de un Programa de Prevención de Drogodependencias a nivel Comunitario, Laboral y Educativo, dado que tal problema de Salud Pública está en el origen de las recientes agresiones más violentas, especialmente en el Centro de Salud del Tarajal y en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria
Obviamente consideran que sería imprescindible la implicación de las diferentes instituciones públicas con competencia en la materia: Ciudad Autónoma a través de la Consejería de Sanidad, Ministerio de Educación, e INGESA. Unos programas que precisan de consenso y compromiso entre todas las partes.
Por último el SMC se suma al apoyo unánime a nuestra compañera enfermera agredida recientemente por un individuo a la salida de un domicilio tras realizar un servicio de asistencia sanitaria, y se reafirma en exigir al INGESA que active con urgencia todo tipo de medidas preventivas para que los trabajadores del sistema sanitario, puedan trabajar en un entorno seguro en aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, porque nos resistimos firmemente a tener que esperar a que cualquier día tengamos que lamentar una desgracia fatal e irreversible, para que las autoridades se decidan a tomar medidas.