La Dirección Territorial del INGESA se ha referido a las agresiones que sufre el personal sanitario no solo en Ceuta, ha aclarado, sino en todo el territorio nacional. En el caso de la ciudad, han explicado, las dependencias están dotadas de los medios físicos y humanos adecuados a su tamaño y función, incluida la seguridad privada. Desde este organismo se ha informado de que la mayoría de las agresiones que se producen en Ceuta están relacionadas con personas que exigen recetas de fármacos psicotrópicos, por lo que se considera que se trata de un problema con implicaciones económicas y sociales, más allá de las estrictamente sanitarias, lo que complica su resolución.
Desde INGESA se ha recordado, además, que se está haciendo un seguimiento de cada agresión que se produce y del cumplimiento de los protocolos establecidos para los casos de violencia. Igualmente, se está prestando asistencia letrada a todas las víctimas, personándose el INGESA, a través de su técnico letrado, en los juicios.
Junto a estas medidas ya adoptadas, se está estudiando el modo de mejorar las medidas de seguridad, lo que podría incluir la instalación de arcos de seguridad, el acompañamiento del vigilante a los pacientes con antecedentes a la consulta o el establecimiento de puntos únicos, dotados de vigilante, en cada centro de salud para la prescripción de fármacos psicotrópicos.
El INGESA ha reafirmado de este modo su intención de seguir trabajando en la búsqueda de soluciones al problema de las agresiones a los sanitarios que, ha recordado, están incluidos ya dentro de concepto jurídico de autoridad pública.
