La desarticulación, el pasado año, de dos grupos dedicados al narcotráfico, con la detención de 35 personas y la incautación de diez toneladas de hachís, por parte de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO) del Cuerpo Nacional de Policía tuvo, sin embargo, consecuencias lamentables para los agentes y su patrimonio familiar. Entre febrero y mayo de 2016, dos vehículos de algunos de estos policías fueron quemados en la barriada de Zurrón y en los alrededores del Colegio “Príncipe Felipe”. Ello, además de tres incendios en el negocio de un familiar de uno de los integrantes de la UDYCO.
Como consecuencia de ello, se inició una investigación que se salda, de momento, con la detención de cinco personas, de entre 19 y 55 años y de los que cuatro tenían antecedentes policiales. El Ministerio de Interior habla de una red “perfectamente estructurada”, con una doble intención. Por un lado, la venganza y por otra parte, obstaculizar mediante la intimidación y la amenaza la acción de los agentes en la lucha contra el narcotráfico. Se investigaron, también, a otras dos personas y se han llevado a cabo varios registros domiciliarios, con la intervención de 21.400 euros y un vehículo. Dos de los arrestados han ingresado en prisión, quedando el resto bajo medidas cautelares.
Quien también ha ingresado en prisión es el autor de una agresión contra un médico en el Centro de Salud “José Lafont” en la tarde del sábado. Tras pasar el fin de semana detenido, y comprobarse que tiene antecedentes penales, cumplirá cuatro meses por un delito de atentado contra la autoridad. Los hechos se produjeron cuando, al ser atendido de urgencias, exigió al médico que se administraran psicotropos, y solo la actuación del vigilante de seguridad y del Cuerpo Nacional de Policía evitó que su actuación llegase a mayores.
