miércoles. 24.04.2024

Algo habría hecho

"Lo peor de aquellos años fue que nos escudábamos en que cada víctima habría hecho algo. Hasta que empezamos a enterrar a gente que vivía en nuestra calle y que sabíamos que, efectivamente, no había hecho nada". No fue el tenor literal, pero esta fue la respuesta que me dió Maite Pagazaurtundua cuando hace algunos años le preguntaba por lo que ella misma catalogó como 'ciénaga moral' en que la sociedad vasca se refugió durante décadas mientras ETA sembraba de cadáveres el mapa de España.

 

Algo habrá hecho aquel a quien despiden tras años de trabajo en una misma empresa. Algo habrá echo el/la infeliz a quien la persona de su vida le pone las maletas en la puerta para llenar su hueco con el profesor de zumba o la veinteañera con dos atributos tamaño Tango Etrusco bajo la garganta. Algo habrán hecho los cameruneses, senegaleses, argelinos o marfileños que recorren medio Africa para ahogarse en el Estrecho. Algo habrían hecho los judíos cuando Hitler decidió intentar la exterminación total de esa raza.

 

Algo habremos hecho, decimos ahora, cuando un grupo de niños -si, niños- muere en Manchester en un concierto de su cantante favorita. Algo habrían hecho los que el sábado por la noche, en Londres, decidieron tomar unas pintas de cerveza mientras veían el Madrid- Juventus. Somos occidentales y tal; no podemos asumir que para odiar hace falta muy poquito.

 

A ETA en España, como a las Brigadas Rojas en Italia, no solo las derrotaron las fuerzas de seguridad y la tenacidad de los jueces. El golpe de gracia se lo dió el rechazo popular, la pérdida de apoyos. Entender que Miguel Angel Blanco u Aldo Moro no habían hecho nada para morir como lo hicieron. Mientras sigamos asumiendo que "algo habremos hecho", en Londres o en Kabul, estamos perdiendo.

 

Por cierto, para futuras "Pullitzers" Asesinato es premeditado. Un homicidio no. Abatimiento policial, otra cosa...

Algo habría hecho