Era aquella España, como se encargó de recordar el teniente coronel Gómez Salinero, un país complejo: aún pagaba los efectos de la Guerra Civil del siglo XIX entre carlistas y liberales, las tensiones derivadas de las primeras independencias latinoamericanas y el terremoto que debió suponer para aquella sociedad clerical la célebre desamortización de Mendizábal, por no hablar de la Guerra de Independencia contra Francia y el nefasto reinado de Fernando VII, 'El Rey Felón'. En aquellos años, prosperaban el bandolerismo y la inseguridad ciudadana, por lo que el presidente del Gobierno, Luis González Bravo encarga a Francisco Javier Girón, Duque de Ahumada, la creación y puesta en marcha de un cuerpo de seguridad pública. Nace la Guardia Civil, que casi 175 años después celebraba su aniversario en la Casa Cuartel de San José- Hadú. Varias entregas de medallas, a agentes del Instituto Armado distinguidos por su labor, constituyen la parte más emotiva de un acto en el que el mando del Instituto Armado recorrió varios parajes de la historia del cuerpo. Por ejemplo, su llegada a Ceuta
Gómez Salinero también hizo referencia al imaginario colectivo de la pareja de guardias civiles patrullando a pie cualquier paraje recóndito del país. Nada queda de eso, más allá del lugar común entre generaciones, dice. La Guardia Civil de ahora cumple misiones en el exterior y se especializa en los más diversos temas.
El acto, presidido por el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull y que contó con la asistencia del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, el comandante general, Javier Sancho Sifre y el jefe superior de Policía, Alfonso María Sánchez, amén de otras autoridades, acabó con la interpretación del célebre himno, con sus conocidos guiños al país, la Corona, el orden y la ley
