Un pregón emocionado, siguiendo la estela de los que vinieron antes que é inspirado en la Virgen María ha sido el legado que Juan Antonio García Ponferrada ha dejado a Ceuta y su Semana Santa.
Aunque para el pregonero, y ante su sorpresa los momentos más destacables de la experiencia han sido los que vivió tras acabar el pregón. Calidez y simpatía en el trato recibido son los regalos que se llevará de su intervención.
Un cariño y una cercanía que también han reinado durante la recepción que el presidente Vivas le ofrecido en la mañana del lunes. Un acto protocolario de entrega de la placa de reconocimiento a su labor como pregonero que se ha convertido en una animada tertulia casi familiar entre los presentes.
Son estos algunos de los primeros actos que preludian a la Semana Santa que está por llegar y que tendrá un momento de máxima anticipación en el traslado del Medinaceli, el próximo sábado, antes de que comiencen el domingo las procesiones.
