CSD quiere apostar por este proyecto que permite el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos orgánicos, sin poner en peligro a la salud humana y sin utilizar métodos que puedan causar perjuicios al medio ambiente, como define la normativa comunitaria 2008/98CE de residuos cuya valoración es, la operación con el valor principal de que el residuo sirva como finalidad útil a sustituir a otros materiales que, de otro modo se habrían utilizado para cumplir una función en particular.
El principal objetivo es impulsar el uso de estos insectos como bioconversores de residuos orgánicos, para luego ser transformados en materias primas para la agricultura, ganadería e industria farmacéutica. Apostando por la protección de un medio ambiente sostenible y un modelo de economía circular 100%.
El proceso de producción consiste en alimentar larvas de mosca soldado durante 10 ó 12 días antes de convertirse en mosca, a través de esta simbiosis se pueden obtener componentes de alto valor añadido como el quitosano que puede ser utilizado para la industria farmacéutica o para el desarrollo de envases biodegradables con el desarrollo de biorefinería como la instalada en el municipio de Cehegín (Murcia), permitiendo la transformación de residuos biodegradables (orgánicos), contribuyendo a su reducción y por lo tanto, ayudando a ajustarnos a las nuevas limitaciones de la Unión Europea para la protección del Medio Ambiente.
José Antonio Carbonell responsable de Expansión en este sentido prevé un "emprendimiento y empleo en este nuevo mercado, mediante el uso de nuevas tecnologías de procesado". La base de esta tecnología procede del proyecto LIFE Medioambiente Ecodiptera (2006-2008). El programa LIFE, es el instrumento financiero de la Unión Europea para la realización de proyectos medioambientales y desarrollo sostenible.
