jueves. 25.04.2024
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Pedro Baños, sobre Marruecos: “deberíamos tener una mano de hierro, por más que esté revestida de un guante de seda”

El coronel Pedro Baños, analista geopolítico, pasaba esta semana por Ceuta para ofrecer una conferencia en el Casino Militar. Una cita en la que analizaba los cambios que se están produciendo en el mundo actual y tras la que concedía una entrevista a Ceuta Televisión. Con Baños hemos analizado tanto los cambios que se están produciendo en nuestro entorno como las consecuencias de la entrada masiva de marroquíes del pasado mes de mayo. Para evitar que se repita, asegura, “hay que tener buenas relaciones de vecindad, las mejores posibles, pero sin concesiones innecesarias”.

 

Pregunta: Este martes ofrecía una conferencia en el Casino Militar que era un auténtico éxito, en la que hablaba de que vivimos en un mundo cambiante, a veces sin ser conscientes...

 

Pues sí, así es. Vivimos inmersos en nuestra dinámica y no somos conscientes de que estamos en el alumbramiento de una nueva era. Una nueva era que, de entrada, ya no va a ser la del mundo unipolar que hasta ahora existía, dominado por Estados Unidos, sino que como mínimo va a ser multipolar y con el eje cada vez más desplazado, sobre todo, a Asia, y dentro de Asia podríamos hablar, por supuesto, de China.

 

P: ¿De que manera afectan a nuestro país estos cambios que se están produciendo en el mundo?

 

R: Afectan a toda Europa en su conjunto. La cuestión es que Europa está decreciendo, especialmente si se compara con cómo están creciendo los demás. Sobretodo, porque hemos entrado en una dinámica en la que que nosotros vamos en una dirección, me refiero a una buena parte de los países de Europa, y esa otra parte del mundo va en una dirección totalmente diferente. Por ejemplo, mientras que aquí no se fomentan el esfuerzo y el trabajo, allí son algunos de los valores principales. En aquella zona se está fomentando muchísimo una educación de calidad, una educación muy exigente, e incluso una verdadera meritocracia... todo ello hace que estén cogiendo muchísima fuerza, que estén floreciendo con una rapidez inusitada, mientras que aquí parece que estamos debilitándonos y yo diría, incluso, que entrando casi en fase de autodestrucción.

 

P: Hablábamos de cómo desaparece ese mundo unipolar, en el que Estados Unidos era el único líder mundial que había conocido una generación, y que ahora pierde poder frente a China

 

R: Absolutamente. Podemos hablar incluso también de India, porque esa parte del mundo es la que esta cogiendo la verdadera fuerza. Los propios Estados Unidos son conscientes de que están perdiendo fuerza, e incluso están pidiendo ayuda porque no saben como solucionar esta situación en la que están dejando de ser el gran imperio que fueron desde 1991, una vez que desaparece la URSS, su gran rival geopolítico en aquel momento. Estados Unidos ha dominado hasta este momento todo el planeta y, de repente, se encuentran, de la noche a la mañana, con unos adversarios a los que no saben cómo hacer frente.

 

P: ¿Dónde encontramos los motivos de esta pérdida de poder de Estados Unidos, una potencia que parecía no tener rival?

 

R: Ellos también pensaban que no lo tenían... los estadounidenses creían que ese poder que tan sumamente omnímodo que tenían, dominando todo, la tierra, el mar, el espacio, el ciberespacio, no se iba a acabar nunca, que iba a ser por los siglos de los siglos... pero ningún imperio ha sido por los siglos de los siglos.

 

Creo que este absoluto poder, que han tenido a lo largo de los últimos años, ha sido lo que ha hecho que se duerman en los laureles. Cuando tienes un poder tan sumamente fuerte, sin rivales que te hagan la contra, estás en una posición tan cómoda que te olvidas de que alguien puede estar intentando quitarte el cetro mundial. Y eso ha sido lo que ha sucedido. Además ha sido con una rapidez inusitada, que ha sorprendido a todo el mundo.

 

Esto lo han hecho, concretamente los chinos, a través de dos instrumentos: la tecnología y la economía.

 

P: Y en mitad de esta situación, de este mundo cambiante, la Unión Europea está enfrentándose a nuevos problemas, como lo que sucede en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, que ya se vivía, aunque con contexto diferente, en Ceuta hace 6 meses

 

R: El contexto es diferente pero el instrumento es el mismo, lamentablemente: utilizar personas, e incluso niños, para convertirlos en un instrumento de acción geopolítica para desprestigiar al país al que se está intentando invadir de esa manera, al que se le esta intentando atacar en su soberanía.

 

Además, cuando hablamos de la Unión Europea, “Unión” es la palabra que menos deberíamos emplear. De hecho, Polonia ya estaba teniendo serios problemas con Bruselas, lo que pone de manifiesto la situación de grandísima inestabilidad dentro de Europa. No acabamos de unirnos, no acabamos de reforzarnos, no nos ha servido esta crisis de la pandemia para reinventar una Unión Europea más fuerte y, desde luego, tenemos problemas absolutamente graves en todos los sentidos... y, efectivamente, me resulta absolutamente condenable que se estén empleando seres humanos, que se estén empleando niños, incluso bebés, para atacar, invadir o desprestigiar a otro país vecino.

 

 

P: En aquellos días de mayo había quien comparaba la situación de Ceuta con la Marcha Verde, no sé si cree que hay similitud

 

R: Es verdad, porque también se emplearon a personas para intentar solucionar un problema geopolítico, pero creo que en este caso es aún más grave, porque se llagaron a emplear hasta bebés, y es absolutamente condenable por parte de todos.

 

Es verdad que la Unión Europea, en este caso, se lo tomó no solo como una frontera española, sino como una frontera europea y recibimos cierto apoyo, pero tampoco es que sea un apoyo total. En cualquier caso, creo que la reacción de la UE debería haber sido mucho más fuerte y mucho más enérgica porque esto no se puede consentir.

 

P: Y todo ello en medio de una crisis mucho mayor, la motivada por el acogimiento de Brahim Ghali y la cuestión del Sahara ¿qué cree que va a pasar?

 

R: Ahora mismo, teniendo en cuenta los grandísimos apoyos que está recibiendo Marruecos, me da la sensación de que esto ya casi es una solución tácita para que ese territorio se integre en el conjunto del territorio de Marruecos.

 

Pensemos que Marruecos tiene el apoyo de Estados Unidos. Un Estados Unidos que cuando llegó el nuevo presidente dijo “veremos a ver qué vamos a hacer con esa determinacion que adoptó Donald Trump” pero, de momento, no ha hecho nada, y ya ha pasado un año. Y es que, sobretodo, lo que subyace por detrás es el apoyo a Marruecos de Israel, de Francia, del Reino Unido... Por ejemplo, con los nuevos acuerdos para que empresas petrolíferas de Israel exploten los yacimientos que suponen que hay en el Sáhara, que, por cierto, nos pueden afectar clarísimamente a las aguas territoriales de Canarias, o de los acuerdos entre Marruecos y el Reino Unido para proporcionar energía eléctrica desde Marruecos hasta el Reino Unido...

 

En fin, estamos hablando de que ha conseguido unos apoyos muy importantes dentro del mundo diplomático y que, ahora mismo, prácticamente tiene todas las bazas a su favor para que este territorio termine por ser suyo.

 

P: Un Marruecos que se ve fuerte por estos apoyos y que tiene otro frente abierto, su conflicto con Argelia, que en las últimas semanas se ha recrudecido ¿va a tener consecuencias para nuestro país?

 

R: Las está teniendo ya, de hecho. Esa tensión siempre ha existido, llevan como 20 años con una ruptura diplomática total, también por cuestión del Sáhara, pero la intensificación del conflicto, efectivamente, ya está teniendo efectos: se ha cerrado un gaseoducto muy importante, no solo para España, sino para la península ibérica, ya que también suministraba gas a Portugal... Ahora veremos a ver como vamos a solucionar en España el problema del suministro de gas, esos 4.000 o 5.000 millones de metros cúbicos que nos van a faltar y era lo que transitaba a través de Marruecos, porque no parece tan fácil que se suministre a través de buques metaneros en el contexto actual.

 

Pero es que, si este conflicto se sigue agudizando, que parece que Marruecos ha intentado rebajar la tensión pero Argelia no parece muy interesada en rebajarla, puede significar, lo primero, que lo vamos a sentir muchísimo por esas personas, y, lo segundo, una oleada masiva de refugiados que huyan de esos dos países y traten de refugiarse en Europa.

 

P: Cambiando de asunto, Ceuta y Melilla siguen sin estar bajo el paraguas de la OTAN ¿Lo veremos algún día? Porque es un tema recurrente cuando se producen sucesos como los de mayo pero parece que, luego, al resto de los españoles se les olvida

 

R: En cierto modo, Marruecos ha sabido hacerlo muy bien porque ha conseguido que cale un mensaje, en cierta parte de la población española, de para qué queremos Ceuta y Melilla, que son un problema... eso también ha sido una labor de desinformación, de guerra psicológica que Marruecos ha sabido hacer bien.

 

En el momento en que se crea la OTAN el problema para los aliados era el Pacto de Varsovia, eran los soviéticos. En aquel momento, esto de Ceuta y Melilla no les afectaba, si es que alguno de los demás países sabían dónde están Ceuta y Melilla. Además, cuando España ingresa en la OTAN lo hace de una forma un tanto irregular, con aquel referéndum en el que no sabíamos que nos preguntaban, si queríamos ingresar o si no... entonces no se hizo la fuerza suficiente para que se incluyera todo el territorio español y, por supuesto, Ceuta y Melilla son territorio español.

 

Pero también tenemos que recordar que la OTAN, cuando ha querido, ha actuado fuera de su área de actuación, y tenemos el caso de Afganistán. O sea, que si quisieran, por supuesto que podrían defendernos en aplicación del artículo 5 de defensa colectiva de esa Carta de la OTAN, ahora, ¿lo haría o no? Yo ahora no me fiaría mucho de ninguno de los aliados y menos en la situación actual respecto a Marruecos, que tiene al país principal de la OTAN a su favor, al Reino Unido, a Francia y, probablemente, a algún país más. Mejor que confiemos en nuestras propias fuerzas para defender nuestras plazas soberanas de Ceuta y Melilla y no nos fiemos demasiado de ningún aliado.

 

P: ¿Cómo deberíamos actuar para evitar volver a vivir una situación como la de mayo? En la que los ceutíes lo pasaron muy mal y Ceuta estuvo, como dice el presidente de la Ciudad, al borde del abismo

 

R: Con los vecinos siempre las relaciones suelen ser turbulentas, pero hay que tener una cosa muy clara: hay que tener buenas relaciones de vecindad, las mejores posibles, pero sin concesiones innecesarias.

 

La diplomacia es magnífica pero tiene que estar respaldada por la fuerza, por una decisión enérgica. Podríamos hablar de que deberíamos tener una mano de hierro, por más que esté revestida de un guante de seda. Eso es muy importante, porque, si seguimos con estas concesiones innecesarias, la otra parte va cogiendo fuerza, se va sintiendo cada vez más poderosa. Y más sabiendo que tiene esos apoyos internacionales que son muy potentes... entonces nosotros lo que vamos a entrar es en una fase profunda de debilidad.

 

Tenemos que ser capaces de hacer una buena contranarrativa a la narrativa que ellos emplean, de esas reivindicaciones permanentes, por ejemplo, en la Asamblea de Naciones Unidas reclamando la soberanía de Ceuta y Melilla. Tenemos que hacer una buena contranarrativa que no quede solamente en el mundo diplomático, sino que llegue también al mundo mediático... una buena contranarrativa nacional.

 

P: Y ya la última, con todos los problemas de los últimos tiempos, parece que nos hemos olvidado un poco del terrorismo yihadista ¿cómo está la situación a este respecto?

 

R: Sí que ha habido muchas detenciones en España y esto no va a cesar porque, evidentemente siempre va a haber fanáticos que quieran reivindicar como suyo Al Andalus, el Al Andalus histórico, que supone buena parte de la península... eso no va a dejar de existir. Pero es verdad que, hoy en día, la situación es diferente, no solo porque tenemos unas magníficas fuerzas de seguridad y unos servicios de inteligencia fantásticos, sino porque tenemos que tener en cuenta que ahora mismo van ganando ellos.

 

Lo que ha pasado en Afganistán, va a dar alas a todos los grandes salafistas, yihadistas, fundamentalistas para decir “si vamos ganando, para qué vamos a cometer atentados terroristas si esto lo podemos replicar en otras partes del mundo y con el beneplácito del mundo occidental”... esto sí que me preocupa mucho más porque, mas allá del terrorismo, tenemos que pensar cuales son los objetivos de los terroristas, de los que manejan los hilos de los terroristas.

 

Y ese es el verdadero problema. Me preocupa enormemente como está calando en toda Europa el Islam político, por supuesto con todo el respeto a los 1.600 millones de musulmanes que hay en el mundo, la mayoría de ellos personas fantásticas, la inmensísima mayoría... el problema es de los que tratan usar el Islam más allá de como una religión, como un proyecto político para hacerse con el poder incluso de países enteros. Y eso es lo que verdaderamente me preocupa, que utilizan la religión de una manera absolutamente torticera, manipulando a los fieles para conseguir objetivos de poder, objetivos políticos.

 

 

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