viernes. 19.04.2024
CRISIS FRONTERIZA

Juan Rando: "Ceuta ha servido como maniobra de distracción contra el descontento popular"

Juan Rando pasa por ser uno de los ex agentes españoles de Inteligencia más conocidos. No sólo por su papel la noche del 23 F a la hora de impedir que prosperase el Golpe de Estado de Tejero, sino por muchos otros destinos a lo largo de sus años de servicio. Brillante abogado penalista con despacho en Madrid en la actualidad, habla con Ceuta Televisión sobre el papel de los servicios de inteligencia en la reciente entrada masiva de miles de personas en nuestra ciudad.

Muchos de los clientes que acuden a su prestigioso bufete en Madrid no lo saben, pero al acudir a los servicios de Juan Rando Parra no sólo se están poniendo en manos de un brillante abogado penalista. O, mejor dicho, Rando ha sido otras cosas con anterioridad. Es comandante de Fuerzas Especiales en la reserva, y también una persona que durante dos décadas perteneció al Servicio de Inteligencia español, en cualquiera de sus denominaciones. Rando no se esconde, al contrario. Desde que se desvinculó del Centro Nacional de Inteligencia y encauzó su camino profesional a la abogacía, ha contado en innumerables ocasiones algunos detalles de su azarosa vida como espía, con el secreto de Estado como único límite profesional y es colaborador de varios medios de comunicación.

 

Sabido es su papel a la hora de desmantelar 'desde dentro' el Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Pero también muchas otras cosas. Rando tuvo, entre otros muchos destinos, Marruecos durante su pertenencia a "La casa", nombre en clave con el que los espías españoles se refieren al CNI. De hecho, sostiene que el Centro Nacional de Inteligencia "es la institución más importante" del país, por aquello de permitir al Gobierno de turno adelantarse a los acontecimientos.

 

Su opinión, por tanto, sobre los acontecimientos vividos en Ceuta es interesante. Desde el punto de vista de la actuación del CNI "era imposible" adelantar lo ocurrido. "Días antes, hubo una serie de manifestaciones en Rabat y Casablanca para protestar contra el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel. Fueron manifestaciones espontáneas, a su vez producidas por la desesperación y el hambre ante la situación en la que viven muchas personas en el vecino país. Ese hambre se canalizó, de algún modo, en esas manifestaciones, convocadas de modo muy espontáneo, muy rápido. Ni siquiera la DST (equivalente español al CNI) era capaz de preveer las manifestaciones".

 

Esas manifestaciones contra el establecimiento de relaciones entre Rabat y Tel Aviv derivaron "en el asalto masivo de Ceuta. Se redirigió ese descontento popular hacia una ciudad que, para los marroquíes que tienen hambre, pero hambre de pan, representa todo lo que no hay en Marruecos: buenos coches, supermercados, una atención social. Ministerios marroquíes vieron, por tanto, la oportunidad de canalizar ese malestar con el hambre como telón de fondo" hacia la frontera de Ceuta.

 

Rando contradice la versión más o menos oficial de lo ocurrido en Ceuta: que el 'caso Galli' haya podido tener algo que ver en la entrada masiva del pasado 17 de mayo. "La suerte del líder polisario es la gota que ha colmado el vaso de desencuentros" entre Madrid y Rabat, afirma. Galli, al igual que el establecimiento de unas relaciones diplomáticas con Israel -de momento, unas pequeñas oficinas, nada de embajadas, nos dice- sirva para ocultar "el descontento popular sobre un paro brutal, necesidades elementales por cubrir y una falta de expectativas alarmante. Sobre todo, entre la juventud".

 

Da un dato: "Castillejos, la localidad más cercana a Ceuta, siempre ha mantenido un nivel de vida muy superior al del resto de Marruecos precisamente por el comercio transfronterizo. Ha habido ocasiones en que el metro cuadrado de vivienda estaba más caro en Castillejos que en la propia Rabat". Y otro número: "en torno a quince millones de marroquíes se ven afectados, en mayor o menor medida, por los flujos comerciales" con Ceuta y Melilla. La actitud de Mohamed VI de asfixiar a ambas ciudades "es pegarle un tiro en el pie, por tanto" a quien menos tiene, a quien está falto de pan".

 

La reacción del Gobierno español le parece "débil". Y no cree que esta crisis social, este descontento por la falta de comida, pueda generar en Marruecos unos efectos parecidos a los de la "Primavera árabe" de hace una década. "En estos momentos el régimen marroquí es sólido , y entre otras cosas, se mantiene gracias al fuerte y permanente apoyo y colaboración de la Unión Europea canalizado a través de España, primer proveedor y cliente de la economía marroquí, y de Francia, segundo proveedor y cliente.", matiza. Y pide, por último, distinguir entre nacionalidad y religión: "muchos de los ceutíes que defenderían la tierra con más ahínco, son musulmanes", sentencia.

Juan Rando: "Ceuta ha servido como maniobra de distracción contra el descontento popular"