El 6 de abril de 1974, la catedral parisina de Notre-Dame, acogía el funeral de Estado por el presidente Georges Pompidou, fallecido días antes. Mandatarios de todo el mundo (como el estadounidense, Richard Nixon) acuden a la capital del Sena para presentar sus respetos. Entre los enviados, llama la atención un pequeño niño, casi adolescente, vestido con el traje típico de su país. Acude en representación de su padre. Ese niño se llama, hoy, Mohamed VI y se encuentra, por primera vez, en persona con el entonces ministro de Interior francés: Jacques Chirac.
Nace entonces una relación fraternal que se sostiene con los años, prácticamente hasta la muerte del ex presidente de la República en septiembre de 2019. Mohamed VI lamentó no poder asistir a los funerales del 'tío Jacques' al padecer, entonces, una neumonía lateral de origen vírico. Septiembre de 2019...
Casi dos años después, la protección de Francia a Marruecos parece haberse disipado. O al menos, no ser tan clara como hasta la fecha. Ni veinte años después de que el vecino del norte recomendase a España entregar Ceuta, Melilla y peñones adyacentes al del sur (más que de Francia habría que hablar de Chirac), las cosas entre París y Rabat parecen haber dado un giro que parecería imposible a "monsieur 3 minutos", como se conocía popular y maliciosamente al ex presidente galo.
En las últimas horas, el secretario de Estado para Europa del Gobierno de Francia, Clément Báune (en la imagen), ha hecho unas declaraciones que no pueden pasar inadvertidas en el eje Madrid-París-Rabat: " Ha habido un episodio en el que se ha puesto a España en dificultad en su relación con Marruecos. Apoyamos a España", añadió.
No es un 'verso suelto'. El presidente de la Comisión de Defensa y Exteriores del Senado galo, ha señalado que "en lo que respecta a los flujos migratorios, existe una responsabilidad europea que nos afecta a todos No estamos más a favor de España que de Marruecos, ni menos de España que de Marruecos. Son dos amigos, dos aliados, países que sin duda deben trabajar juntos”.
Ya en las últimas semanas, se han publicado varios 'roces' entre los servicios secretos de Francia y Marruecos. Es, sostienen otras voces, una cuestión de imagen: la de niños entrando a la carrera por la frontera de El Tarajal se antoja como complicada de defender en el país galo cuyo presidente, Enmanuel Macron, ha realizado no pocos acercamientos a Argelia en los últimos meses.
