La Junta de Personal Docente ha pedido el cese del director provincial del MEFP, Juan Bosco de Alba. Lo ha hecho, es la principal novedad, por carta dirigida a Diego Fernández Alberdi. Este es el director general de Planificación y Gestión Educativa del Ministerio. La misiva la firma el presidente de la Junta de Personal Docente, Francisco Lobato.
La carta muestra la "enorme preocupación que nos provoca la insostenible situación que se está viviendo en la administración educativa de nuestra Ciudad". Para Lobato "es muy difícil entender que usted siga manteniendo en su cargo, con todas sus atribuciones, al Director Provincial, a pesar de las inocultables evidencias de las irregularidades cometidas en el desempeño de su cargo. Esta injustificada demora, que no se puede justificar por la instrucción actual de un expediente informativo, es un acto que podría denotar una grave irresponsabilidad. Porque sus consecuencias ya están perjudicando seriamente a la propia gestión de la Dirección Provincial y afecta directamente al conjunto del profesorado".
El sindicalista señala que " en la actual tesitura no se puede tener un Director Provincial “ausente”, más preocupado de presuntamente tejer una coartada convincente que de velar por el correcto funcionamiento de la administración que dirige. Quien ha perdido toda credibilidad ante las instituciones y está perseguido por la sombra de la sospecha, se encuentra inhabilitado para llevar a cabo las iniciativas precisas para solucionar los graves problemas que están sufriendo diversos colectivos docentes, y los centros educativos. La Dirección Provincial está, sencillamente, descabezada".
Lobato no solo señala la controvertida cuestión de la supuesta contratación irregular de la esposa de De Alba, sino que menciona " que centenares de interinos no han percibido sus retribuciones; los fallos en la confección y abono de nóminas son frecuentes; muchos profesores interinos no han sido dados de alta en la seguridad social en los plazos establecidos; en la convocatoria de bolsas Uniprovinciales se han producido múltiples errores; la convocatoria de las mismas se retrasó dos semanas con respecto a Melilla; las medidas de protección frente a la pandemia no llegan a los centros. Todos estos problemas se producen a pesar de que la escasísima y mal pagada plantilla de la Dirección Provincial está haciendo un esfuerzo impagable. Lo que está fallando es la dirección política, porque todos estos problemas tienen solución en decisiones políticas que nadie se está ocupando de plantear, reivindicar o exigir". Las relaciones entre la Dirección Provincial y los sindicatos integrados en la Junta de Personal son, en estos momentos, "inexistentes", concluye la carta.
