Las consecuencias del coronavirus sobre la economía de Ceuta son equiparables a la de la lluvia sobre los charcos. Es decir: a una ciudad que en los últimos años ya presentaba datos económicos preocupantes, se le une ahora un parón económico que puede terminar de ser letal para algunos sectores. Ese es el análisis que aplica, por ejemplo y a su gremio, Manuel Sánchez Cuesta. Es el vicepresidente de la Asociación Ceutí de Transportistas.
La incidencia del coronavirus en dicha línea de negocio se resume, por ejemplo, hablando de su empresa: "Antes de la pandemia teníamos seis trabajadores a tiempo completo. Ahora, el 25% de la plantilla está en ERTE". Y no "es la peor situación, puesto que hay gente que ha despedido a casi la totalidad de la plantilla, y ha pasado de tener veinticinco empleados en una empresa a tener cuatro o cinco", advierte.
Ahora mismo "a Ceuta solo llega lo necesario para el abastecimiento de la Ciudad y alguna paquetería; nada más", destacando "que el cierre de la frontera, que ya veníamos denunciando" ha podido ser definitivo para un sector que antes de la pandemia empleaba en torno a los dos centenares de personas.
Además, "las grandes firmas del sector internacional del contenedor, como MAERSK, han desaparecido del Puerto de Ceuta: si vienen, es para sacar alguna mercancía que se ha quedado aquí atrapada para sacarla con destino a algún puerto de la Península".
Eso sí, insiste en que "este no es un problema que venga de nuevas, al contrario, porque ya veníamos sufriendo" con la frontera. También hay síntomas de alivio: "afortunadamente, el Plan Ceuta Resiste, nos ha dado algún alivio" y en cuanto al problema de los MENAS admite que "el nuevo vallado perimetral dentro del Puerto" ha mejorado en algo la situación.
