El plan da una idea que cómo será puede ser el trabajo del sector a partir de la próxima semana. Antes de acceder a sus establecimientos, tanto a los empleados como a los clientes se les tomará la temperatura. Todos tendrán a su disposición gel hidroalcohólico, mascarillas, guantes, jabón líquido, toallas de papel desechable o gafas de protección para los peluqueros. Cada tocador contará con medidas como un spray desinfectante, un peinador desechable de uso único o un cubre abrigo/chaqueta individual.
Para mantener la distancia de seguridad de dos metros, se organizará las tareas, las entradas y las salidas para que los trabajadores puedan mantener esa distancia. Además, dejará libre un tocador y un lavacabezas entre cliente y cliente. Para suplir el aforo reducido, la cadena ampliará los horarios, pues el objetivo de los salones es “intentar atender al máximo número de clientes posible, dando siempre prioridad a personas mayores y a sus clientas de toda la vida”.
Clientes
Además de tomarse la temperatura, los clientes tendrán la obligación de desinfectar su calzado al entrar y llevar mascarilla. Además, se les recomendará el uso de gel desinfectante. Los empleados deberán lavarse las manos con agua y jabón a la llegada al salón y deben aplicar gel desinfectante regularmente.
Para mantener la limpieza de los locales, se realizará cada hora la limpieza general del salón a través de una escaleta detallada. Sus empleados desinfectarán los espejos, el lavacabezas y el tocador y también esterilizarán las herramientas tras su uso. Por ejemplo, limpiarán y desinfectarán todos los cepillos y embolsarán individualmente y sellarán las bolsas para su posterior esterilización
Un plan de seguridad muy estricto al que no están obligadas todas las peluquerías, y que sin duda, muchas considerarán, extremo.