viernes. 29.03.2024

José María Rodríguez y María del Carmen Vázquez han puesto rostro a la convulsión política en las últimas semanas. Han pasado a ser diputados no adscritos; condición que adquieren aquellas personas que dejan el grupo por el que son elegidos. No es el único caso; antes de formar MDyC, Fatima Hamed también se posicionó en contra de Caballas y optó por esa vía. Decíamos que no es el único caso, pero tampoco el más sonado. Hace veinte años y medio, una joven ceutí se convirtió en la protagonista de la prensa nacional e internacional al dar el Gobierno de Ceuta al GIL. Se llama Susana Bermúdez Paredes y por primera vez desde entonces, habla con un medio de comunicación sobre los hechos.

 

Recapitulemos, brevemente. Las Elecciones del 13 de junio de 1999 dejan al GIL con doce escaños, a uno solo de la mayoría absoluta. PP, PSOE y PDSC forman un Gobierno "anti GIL", con la oposición interna en la sede socialista. Los tres primeros candidatos de la lista -Alberto Núñez, Carmen Carreras y Ángel Jiménez Chamorro- renuncian a sus escaños, quedando estos en posesión de Susana Bermúdez y Alfonso Cerdeira. Bermúdez se queda fuera del Gobierno en primer momento. El 6 de agosto de 1999, horas después de la procesión de Santa María de África, salta la bomba: Bermúdez presta su firma para una moción de censura contra Jesús Fortes. Bermúdez es nombrada consejera de Cultura -fue actriz del Centro Dramático-, cargo que ocupó durante el año y medio que tardó en descomponerse el GIL en varios grupos: el Grupo Mixto en el Gobierno (consejeros que fueron del primer Gobierno de Vivas), el Grupo Mixto en la Oposición e, incluso, los no adscritos. Mientras, su padre Ángel fue expulsado de un PSOE en el que era un histórico y conocido con el sobrenombre de Trostky.

 

La atención mediática se dispara hasta límites desconocidos en Ceuta. De ella nada se sabe en semanas, hasta que llega el pleno que sitúa a Antonio Sampietro como presidente de la Ciudad. Su voz, por tanto, es autorizada a la hora de analizar los fenómenos recientes. Preguntada si volvería a aquel agosto de 1999, responde que "sabiendo lo que se ahora, no. Es un episodio que no me gusta recordar. Las consecuencias fueron muy dolorosas, sobre todo para mi madre".

 

Bermúdez admite que ha leído lo ocurrido en VOX Ceuta, pero estas noticias no parecen haberla dejado ninguna sensación extraña: "en principio, no he sentido prácticamente nada, puesto que a pesar de ser un caso de transfuguismo, no es parecido al mío. Parece que cuando el partido con el que tienes desavenencias es uno de los grandes, todo tiene más repercusión. Si que he hecho una breve reflexión: no se trata a todos/as con el mismo rasero". ¿Qué les espera a Rodríguez y Vázquez a partir de ahora "No lo se. Supongo que si siguen en la política, al no haber tenido mayor trascendencia, podrán continuar en cualquier otro partido al que apoyen y por supuesto, su vida personal y laboral no creo que se vea afectada en absoluto".

 

Susana Bermúdez marchó de Ceuta, al otro extremo del país. Aquellos hechos -que acabaron en un juicio en el que fue declarada no culpable de cohecho en 2006- fueron un "detonante importante", aunque no el único motivo. En su lugar actual de residencia "puede que al principio y en según qué círculos, pero sólo al principio, recordasen el caso. Pero es que además, coincidió con el juicio". Lo que si tiene claro es que esa suerte de anonimato no le hubiera sido posible "de haber seguido en Ceuta. En el resto de España soy Susi la madre y esposa, Susi la amiga, la compañera de trabajo, la Educadora Social, la paciente, la clienta, la vecina... en definitiva si que puedo ser yo".

 

La que fue la tránsfuga más conocida de España reconoce, sin embargo, que no ha vuelto a leer periódicos de aquella época. "Tal vez, incluso ahora me reiría o soltara una carcajada, pero entonces lo único fueron llantinas", admite. Por cierto; su paradero fue un auténtico misterio. Los medios de comunicación recibíamos llamadas -quien firma, llegó a contar hasta cinco en un día- de personas que, atraídas por el morbo o la mala intención, decían haber visto a Susana Bermúdez en varios puntos de España. Si por casualidad nos lee quien creyó verla en Ronda, decirle veinte años y medio después que había acertado de pleno...

Susana Bermúdez: "Si volviera atrás, no lo haría de nuevo"