La mitad de la plantilla de Dulcinea, que ejercen su labor en la cocina del Centro de Internamiento Temporal de Inmigrantes, no ha cobrado la mitad de la nómina de agosto. Además no han cobrado ni las de septiembre ni octubre.
Sin respuesta a las múltiples reclamaciones y manifestaciones de protesta por la situación de impago de salarios, han decidido acudir a la huelga, con carácter indefinido, como último recurso. A partir del próximo lunes 28 de octubre, dejaran de prestar servicio hasta que les abonen los salarios que les deben.
Además, seguirán manifestándose en la Plaza de los Reyes, como llevan haciendo un par de semanas, ante la Delegación del Gobierno. Reclaman que el Ministerio del Interior rescinda el contrato que mantiene con Dulcinea, como adjudicataria del Servicio de Cocina del CETI. Han denunciado en varias ocasiones que consideran absurdo que el Estado mantenga contratos con empresas insolventes, que violan los derechos de los trabajadores, condenándole a pasar penurias por no recibir su sueldo, y tener que afrontar pagos, gastos y facturas.
Una rescisión del contrato que se ha anunciado varias veces que podría llegar de forma inminente, especialmente tras un informe de la inspección de trabajo que, según fuentes sindicales recogería las faltas graves cometidas por la empresa contra los trabajadores.
