miércoles. 24.04.2024
HISTORIA- ASESINATOS QUE MARCARON NUESTRO TIEMPO

La elegancia que condenó a Europa

La muerte es posiblemente el acto más democrático que existe, pues todos estamos llamados a ella. Sin embargo, ha habido fallecimientos a lo largo de la historia que han alterado el curso de la misma. Desde jefes de Estado a humildes panaderos, Ceuta Televisión les ofrece algunas de las muertes más influyentes de las últimas décadas. Asesinatos que cambiaron el mundo

La historia del noble que se enamora de una cortesana hasta el punto de que resiste presiones de Estado con tal de consumar su amor es repetida a lo largo de la historia. Un claro ejemplo es Francisco Fernando: archiduque de Austria, no quiso emparentarse con ninguna heredera europea, sino con Sofía, asistente de cámara de la futura Reina de España, María Cristina de España. Sofía no era tampoco una mujer del pueblo llano, sino que pertenecía a una familia de linaje en Bohemia. El compromiso entre ambos fue posible gracias, entre otros, a la mediación del Zar Nicolás II, que temía un desorden en el vecino imperio austro-húngaro si el archiduque insistía en anteponer su matrimonio a la Corona. Es importante la figura de Sofía porque ella fue una de las victimas del magnicidio que desencadenó la mayor guerra que hasta entonces había conocido el mundo. Ambos visitaban Sarajevo en 1914 en medio de una gran expectación popular. Sin embargo, no todos los que rodeaban la caravana real eran personas ávidas de ver de cerca a los herederos al trono. También los miembros de la Mano Negra: una organización ultranacionalista serbia que tenía como objetivo a la pareja real.

 

 

Primero, un intento: una bomba que el propio Francisco Fernando pudo interceptar a tiempo y lanzar por detrás del carruaje antes de que explotara. La explosión causó varios heridos. Alterado por el hecho, el archiduque exigió salir del Ayuntamiento de la capital bosnia para visitar a los heridos. Ese acto de cercanía y humanidad acabó siendo fatal.

 

El chofer se pierde, durante unos instantes, yendo a parar a calles que inicialmente no hubieran sido necesario recorrer. Y van a parar junto a un café en el que les observa un joven silencioso. Gavrilo Princip, otro miembro del grupo nacionalista, no lo duda: se lanza sobre el carruaje y vacía su pistola contra el matrimonio real. Minutos después del primer intento, la Mano Negra ha conseguido su objetivo. Francisco Fernando y Sofía han muerto. Austria vengará la muerte de su heredero desencadenando un conflicto que acabará con 50 millones de muertos. Princip, menor de edad, recibió por condena una prisión durísima, en la que perdería la vida a los 23 años de edad como consecuencia de varias enfermedades como el tifus.

Dice el titular que la elegancia sumió a Europa en un precipicio. En efecto, el archiduque era hombre coqueto, hasta el punto de que exigía que sus trajes estuvieran perfectamente cosidos e impecables. Esa perfección fue la que impidió a los médicos salvar su vida: llevar la camisa cosida como si fuese de manual hizo imposible taponar la herida de la bala con un simple pañuelo. Cuando pudieron desnudarle, había perdido demasiado sangre. Era demasiado tarde: para el y para una Europa que desde  ese día miró a los ojos del horror como posiblemente nunca antes.

 

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