jueves. 25.04.2024

Mahoma, Winston Churchill, la Reina Victoria, Cleopatra, Bill Clinton o José María Aznar se vieron fascinados por ellos. Marlon Brando improvisó con uno la escena que daba entrada a El Padrino, la hija menor de Chaplin aseguró que su padre se había reencarnado en uno y Julio César fue asesinado en el lugar en el que hoy viven plácidamente cientos de ellos.  Son los gatos: atigrados, negros o de angora que en este 8 de agosto celebran el primero de los tres días mundiales que tienen al año. Si: tres días. El de este 8 de agosto viene porque nos encontramos en el período de mayor fertilidad para las hembras de una especie que, como todo ser carismático, ha tenido momentos de gran popularidad o gran declive, pero generalmente nunca un término medio.

 

Sus mejores momentos se remontan a las culturas más antiguas. Los faraones los adoraban, hasta el punto de que a su fallecimiento también los embalsamaban y enterraban. Los peores momentos los vivieron en la Edad Media: una bula del Papa Gregorio X afirmaba que Lucifer tenía forma de gato negro, por lo que miles de ejemplares fueron quemados en la hoguera. Nadie sabe si los efectos de la peste negra, declarada casi un siglo después, hubieran sido igual de devastadores de no haberse mermado la población gatuna, si estos hubieran podido ejercer su papel de cazadores  de las ratas y pulgas que provocaron la mayor pandemia de la historia de Europa.

 

Sea como fuere, hoy nos siguen fascinando. Son, por ejemplo, los más buscados en YouTube año tras año y algunos -caso de Larry, inquilino del número 10 de Downing Street- tienen incluso cargo oficial como responsable mayor de caza de roedores de la residencia que comparte con el primer ministro de turno. En Ceuta tenemos 2.634 gatos censados, incluyendo los de las más de 50 colonias controladas. Ellos no lo saben, pero hoy es su día. Tal vez lo celebren con alguna trastada más de lo habitual, buscando algún escondite inverosímil o tratando de cazar el rastro de algún puntero laser en la pared.

 

 

Dioses y herejes